jueves, 21 de febrero de 2013

¡Llegamos a las 10000!

Buenos días,

Si hace muy poco tiempo les agradecíamos su fidelidad por haber llegado a las 1000 visitas, unos meses más tarde tenemos que hacerlo por haber superado la mágica cifra de las ¡10000!

Queremos agradecer así, que nos dediquen un pequeño rinconcito en sus vidas para leer nuestros artículos. Aprovechamos la ocasión para mandarles un muy cordial saludo, y como siempre, nos vemos en la próxima entrada.


-Atentamente el equipo de Corpus Mente Sevilla-

domingo, 17 de febrero de 2013

La expresión de la mente en el plano físico (Las relaciones cuerpo-mente II parte)

Buenas tardes, 

En este apartado seguiremos tratanto las relaciones entre el cuerpo y la mente, que ya hemos introducido en el apartado anterior -Las relaciones cuerpo-mente I parte-.

La realidad humana necesita de un soporte físico para poder traducir o expresar lo que sucede en nuestra parte más inconsciente. Necesitamos de acciones, palabras, o la expresion escrita para dar testimonio de nuestras ideas, pensamientos, sentimientos o emociones, como el pintor necesita de su lienzo, o la bailarina de la danza para poder exteriorizar lo que siente. Estos fenómenos no existirían si no se pudiese percibir, si no tuvieramos esa posibilidad de manifestarnos. Así no parece que la mente tenga mucha razón de ser sin su proyección materializada en un cuerpo físico.

El bienestar de la persona sólo existe si se dá un equilibrio entre el cuerpo y la mente, lo físico y lo abstracto, lo tangible y lo intangible. Así cuando este conjunto mantiene su armonía, la realidad física está de acuerdo con la mental, y ello se manifiesta en la ausencia de tensiones, traumas, o enfermedades orgánicas y psicológicas.

Ante lo expuesto hasta ahora nuestros lectores pueden pensar que la mente influye en el cuerpo, y desde luego no se equivocan. Como un binomio que es, la mente es inseparable del cuerpo, y por ende no debemos analizar el uno sin el otro. El cuerpo se defiende a través de síntomas, -originados por conflictos no resueltos-, pudiendo estos, causar a su vez daño físico, consecuencia de esa defensa incesante.


¿No deberíamos prestar atención a esa sintomatología física para darnos cuenta de lo que ocurre en lo más profundo de nuestro ser?


Sin más me despido hasta la siguiente entrada.

* Adaptación "Dime qué te duele y te diré por qué" de Michel Odoul.

Carlos M. Flores                                                        -Psicólogo del equipo Corpus Mente Sevilla-

martes, 5 de febrero de 2013

Las relaciones cuerpo-mente (I parte)

Buenas tardes,

Si bien ya intuíamos que la relación mente-cuerpo existe, y que nuestras dolencias no son más que una manifestación de nuestra mente, los años de práctica no han hecho más que afianzar lo que ya sospechamos.

Si nos quedamos en la fase del hombre como "máquina", es decir, un ser compuesto por piezas independientes, que debemos arreglar cuando se estropean, lo que se comentará en sucesivas entregas, podría dar lugar a que piensen que presentamos un auténtico delirio. No obstante, más allá de lo que nuestros ojos nos permiten ver y nuestra razón nos permite comprender, se podrían esconder explicaciones que aunque menos evidentes, podrían aclarar los fenómenos que ocurren a lo largo de nuestra vida.

Como siempre, el camino empieza con una pregunta:  


¿Cómo y por qué podemos relacionar nuestros síntomas físicos, enfermedades, o accidentes, con lo que ocurre en nuestro cuerpo?


La observación mecanicista no puede responder a esta pregunta, ya que su enfoque se centra el síntoma, lo cual, limita su campo de observación en el tiempo y el espacio. De tal forma, ello restringe el camino hacia la busqueda de la verdad, ya que se establecen reglas y límites que nos impiden entender cuál es esa causa real, que finalmente sólo se puede justificar por el azar, o por elementos externos. Por ejemplo: Accidentes, virus, alimentos, etc.


El ampliar nuestro campo de visión nos permite contemplar al ser humano en todo su esplendor, lo cual nos lleva a relacionar los diferentes niveles que componen su existencia. Sólo así, podremos comprender la razón de "ser" de ese ser humano, y por consiguiente, las razones que lo llevan a un desequilibrio y consecuentemente inducen eso que llamamos "malestar".

Si aceptamos esta idea de relación entre el cuerpo y la mente, sería interesante conocer el significado de las manifestaciones psicológicas, que podrían resultar un medio para decodificar y entender lo que ocurre dentro de nosotros, lo cual nos ayudaría a entender nuestro comportamiento de una forma más eficaz.

Sin más me despido hasta la segunda parte.

* Adaptación "Dime qué te duele y te diré por qué" de Michel Odoul.


Carlos M. Flores                                                        -Psicólogo del equipo Corpus Mente Sevilla-