Había una vez un sabio monje que paseaba junto a su discípulo en las orillas de un río. Durante su caminar, vio como un escorpión había caído al agua y se estaba ahogando, así que tomo la decisión de salvarlo, sacándolo para ello del río. No obstante, una vez en su mano, el animal le picó.
El dolor hizo que el monje soltara al escorpión, que volvió a caer al agua. El sabio entonces, volvió a intentar sacarlo, pero de nuevo el animal le picó provocando que lo dejara caer. Ello ocurrió una tercera vez...
El discípulo, preocupado, le preguntó: "¿Por qué continuas haciéndolo si el animal te pica una y otra vez? A lo que posteriormente añadió ¡Yo hubiera dejado que se ahogara"
El monje, sonriendo, respondió: "El escorpión actúo de acuerdo a su naturaleza, y yo, lo hice de acuerdo a la mía". Dicho esto, tomó una hoja, y con su ayuda, consiguió sacar al escorpión del agua sin sufrir ninguna picadura.
-Equipo Corpus Mente-