¡Buenos días! A las puertas de entrada de un nuevo año, es hora de que cada uno realice su balance personal. Parémonos, dediquemos unos minutos a nosotros mismos, y veamos qué hemos aprendido a lo largo de este casi finalizado 2016.
Os deseamos una muy feliz Navidad, y próspero año nuevo.
Hoy os traemos esta breve conversación entre un alumno y su maestro.
-Maestro, me preocupa a quién seguiré consultando cuando tu te vayas, te mueras o desaparezcas. Como seguiré aprendiendo?
El maestro respondió:
-Hijo, si yo desapareciera tu podrás seguir consultando al que siempre has consultado, a ti mismo.
Nada de lo que sabes o has aprendido ha nacido de mi; siempre estuvo en ti y tu mismo lo descubriste. Así que deja de preocuparte y sigue caminando porque ni siquiera puedes estar seguro de que yo realmente existo y no soy mas que una simple alucinación de tu mente...
Muy pocos son los que inician el camino, el camino real, el camino que les conduce hacia la verdad. Muchos son los caminos que aparentan ser, pero tan solo hay un camino que es. Todos los demás caminos, ya sean de rango espiritual o no, lo único que hacen es mantener el velo que hace que el hombre no salga de esta realidad, ocultándole la "verdadera realidad", ocultándole la "verdad".
¿Qué sucede fuera del camino real?
El hombre da vueltas y más vueltas, creyendo que esa es la verdad. Un día algunos comienzan a contactar con el "camino", emprendiendo una iniciación. Sólo aquellos en los que esa iniciación ya ha tenido lugar, son los que inician el camino hacia la verdad.
¿Qué sucede cuando el hombre comienza este camino?
¿Por qué resulta tan difícil entrar en este camino y se opta por otros, autoengañándose y convenciéndose de que es el camino, defendiéndose y luchando contra el verdadero camino?
¿Qué sucede con la vida de aquel que esta en el camino?
¿Qué reacción tienen las personas que rodean a aquel que está en el verdadero camino, en el camino de la verdad?
Con motivo de tratar estas cuestiones os invitamos al próximo seminario que tendrá lugar en: