El mal uso o abuso de los antibióticos trae consecuencias negativas. La más conocida es la resistencia que desarrollan muchas bacterias que hacen que los antibióticos pierdan su eficacia para erradicarlas. Además, se favorece el crecimiento de las llamadas superbacterias o bacterias resistentes, muy difíciles de tratar, que ponen en peligro la vida de muchas personas.
Un estudio llevado a cabo por el grupo de Fariba Ahmadizar, de la Universidad de Utrecht (Holanda), que se presenta hoy en el Congreso Internacional de la Sociedad Europea de Respiratorio (se está celebrando estos días en Londres), apunta otro efecto negativo del mal uso de los antibióticos: los niños que están expuestos a antibióticos en los primeros años de su vida tienen un riesgo elevado de tener alergia.
Algunos estudios previos sugerían que tomar antibióticos en los primeros años de vida se asocia con un aumento del riesgo de desarrollar alergias en la edad adulta, pero no se basan en datos muy consistentes, cosa que no ocurre en este nuevo trabajo observacional donde se han revisado los datos de estudios de PubMed (una de las mejores bases de datos de estudios científicos internacionales) y de la Web of Sciences desde enero de 1966 hasta noviembre de 2015.
Eczema y alergia primaveral
Todos los estudios que se han contemplado analizaban la asociación entre el consumo de antibióticos en los dos primeros años de vida y el riesgo de eczema y alergia a gramíneas a lo largo de la vida.
De esta forma, se revisaron los datos de 394.517 pacientes de un total de 22 estudios que revisaban el riesgo de eczema y otros tantos estudios que incluían 256.609 pacientes con riesgo de alergia primaveral. Además, los investigadores se centraron en 12 estudios, con 64.638 pacientes con ambas enfermedades.
Después de trabajar con todos estos datos, se observó que el riesgo de eczema entre los niños que habían tomado antibióticos antes de los dos años de vida variaba entre el 15% y el 41% dependiendo del estudio y de su análisis. Para la alergia primaveral los porcentajes eran similares, oscilaban entre el 14% y el 56%. Pero aquí no termina el análisis: los autores de la revisión constataron que la asociación era mayor si los niños habían sido tratados dos veces en lugar de una, tanto para eczema como para alergia primaveral.
No se sabe muy bien la causa de esta relación, pero parece ser que los efectos que producen los antibióticos en el sistema inmunitario y la alteración de la flora intestinal pueden estar detrás de la reducción de la respuesta inmunitaria que favorece la aparición de alergias. Mientras tanto, habrá que considerar esta relación a la hora de prescribir antibióticos a los niños.
No se sabe muy bien la causa de esta relación, pero parece ser que los efectos que producen los antibióticos en el sistema inmunitario y la alteración de la flora intestinal pueden estar detrás de la reducción de la respuesta inmunitaria que favorece la aparición de alergias. Mientras tanto, habrá que considerar esta relación a la hora de prescribir antibióticos a los niños.
-Equipo Corpus Mente Sevilla-
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