Buenas tardes,
Si bien ya intuíamos que la relación mente-cuerpo existe, y que nuestras dolencias no son más que una manifestación de nuestra mente, los años de práctica no han hecho más que afianzar lo que ya sospechamos.
Si nos quedamos en la fase del hombre como "máquina", es decir, un ser compuesto por piezas independientes, que debemos arreglar cuando se estropean, lo que se comentará en sucesivas entregas, podría dar lugar a que piensen que presentamos un auténtico delirio. No obstante, más allá de lo que nuestros ojos nos permiten ver y nuestra razón nos permite comprender, se podrían esconder explicaciones que aunque menos evidentes, podrían aclarar los fenómenos que ocurren a lo largo de nuestra vida.
Como siempre, el camino empieza con una pregunta:
¿Cómo y por qué podemos relacionar nuestros síntomas físicos, enfermedades, o accidentes, con lo que ocurre en nuestro cuerpo?
La observación mecanicista no puede responder a esta pregunta, ya que su enfoque se centra el síntoma, lo cual, limita su campo de observación en el tiempo y el espacio. De tal forma, ello restringe el camino hacia la busqueda de la verdad, ya que se establecen reglas y límites que nos impiden entender cuál es esa causa real, que finalmente sólo se puede justificar por el azar, o por elementos externos. Por ejemplo: Accidentes, virus, alimentos, etc.
El ampliar nuestro campo de visión nos permite contemplar al ser humano en todo su esplendor, lo cual nos lleva a relacionar los diferentes niveles que componen su existencia. Sólo así, podremos comprender la razón de "ser" de ese ser humano, y por consiguiente, las razones que lo llevan a un desequilibrio y consecuentemente inducen eso que llamamos "malestar".
Si aceptamos esta idea de relación entre el cuerpo y la mente, sería interesante conocer el significado de las manifestaciones psicológicas, que podrían resultar un medio para decodificar y entender lo que ocurre dentro de nosotros, lo cual nos ayudaría a entender nuestro comportamiento de una forma más eficaz.
Sin más me despido hasta la segunda parte.
* Adaptación "Dime qué te duele y te diré por qué" de Michel Odoul.
Carlos M. Flores -Psicólogo del equipo Corpus Mente Sevilla-