Buenas,
Para quien no lo recuerde, este es el tercer artículo de la serie que anunciábamos en el pasado mes de julio y que puedes recordar aquí. Hecho este breve recordatorio comenzamos.
La definición de deseo, alude al interés o apetencia que una persona muestra por conseguir la posesión o la realización de algo. Ejemplos de ellos podrían ser los siguientes:
Deseo a este chic@, deseo este puesto de trabajo, deseo tener más amigos, deseo que la vida me vaya mejor, deseo tener más conocimientos, deseo ser más consciente de mi, deseo darme cuenta de porqué determinadas situaciones se dan en mi vida, etc.
Por supuesto, asocias la consecución de estos deseos con la felicidad -o algo parecido a ello-. y su no obtención, con el fracaso, que te embriagará de una sensación de tristeza y/o rabia, que da origen a un malestar generalizado. Así, estás tan encantad@ con las sensaciones que estos pensamientos producen en ti cuando son conseguidos, y tan desilusionad@ cuando no lo son, que no te has parado a examinar el contenido que se oculta tras estos patrones de pensamiento.
Si quieres empezar a entender dónde reside la fuente de esos pensamientos y sus posteriores reacciones, tendrás que percibir la naturaleza real que se esconde tras los mismos. Debes abrirte camino entre lo que crees que es, y lo que en realidad es. La importancia entonces no reside en lo que crees, sino en porqué lo crees. Si te quedas en lo primero (lo que crees) a lo máximo que llegarás será a encontrar un determinado modelo de pensamiento según las circunstancias acontecidas en tu vida. No obstante, trascender ese patrón te conduce a descubrir la realidad que lo sustenta. Te guía a darte cuenta que la relevancia no reside en la conclusión sino en el proceso inconsciente que se esconde tras la misma.
Puedes pensar: "me ha ido bien", o "no me ha ido tan mal" siguiendo este patrón de pensamiento basado en el deseo. Me encuentro cómod@, relajad@, y tranquil@. Sin embargo, ¿qué ocurriría si ahondaras en ese proceso?
Quizás las conclusiones que has obtenido hasta ahora empezaran a desvanecerse. Podrías empezar a darte cuenta de cuan vacías se hayan tus ideaciones y/o ideas y, consecuentemente, de lo terriblemente engañosas que estas resultan ser. ¡Claro| podrías considerar esto como algo tremendamente negativo, de hecho, sería lo normal. Sin embargo, te pregunto: ¿Hacía dónde te ha conducido la asociación basada en el deseo?
Quizás en ese aparente abismo está el comienzo hacia algo nuevo e inimaginable para ti: El despertar en la realidad en la que vives.
-Equipo Corpus Mente-