Te rompes entre lágrimas.
Algunos días estás seguro de que perderás tu camino.
A veces no puedes encontrar la fe.
Te das por vencido, no sabes que hacer.
Diseñaste un caparazón que te ha mantenido alejado de todo y de todos.
Has tocado fondo.
Cerraste tu corazón, has estado encarcelado por la oscuridad.
Te has vestido de negro, te has ocultado a ti mismo. No querías ver la realidad. Te has engañado.
Has sido tu peor enemigo
¿Te rendirás, dejarás de luchar, aceptarás?
¿Tendrás la fortaleza de caminar hacia lo desconocido y atravesar ese puente que lleva tanto tiempo esperándote?
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