Buenas,
Los opuestos aparecen como contrarios, pudieran resultarlo en la forma de presentarse, no obstante, en el fondo son lo mismo.
Una persona puede no saber enfrentar un determinado acontecimiento, y debido a ello sufre, y se enredas cada vez más. Otra persona si consigue afrontar. Por tanto, no sufre, y en apariencia todo ha terminado. Si se pudiera realizar un seguimiento de ambas, se podría ver a lo largo de su trayectoria que al final llegaron al mismo punto.
Quien no enfrenta se encontrará con las mismas situaciones de las cuales huirá. Quien aparentemente afronta, sólo lo hace en apariencia, por tanto su enfrentamiento, también resulta una huida. Por ello se seguirá encontrando con las mismas situaciones. Quizás, diferentes en cuanto a la forma, pero en el fondo, iguales.
Desde ahí, no hay solución porque te dedicas a solucionar (o no) lo que te encuentras. Tu foco de atención se centra en eso, tu vida gira entorno a dar arreglo a los acontecimientos que te incomodan. Obvias que lo que te ocurre tiene que ver con algo escondido en lo más profundo de ti mismo, de lo cual es imposible escapar. Sólo mediante un proceso interior podrás salir de los extremos. No es ser bueno o malo. No es ser positivo o negativo. El positivo es la tapadera del negativo.
Negativo: soy malo, no valgo para nada, no me quieren, no sé hacer, etc.
Positivo: debo hacer cosas para superarme, ser bueno, hacer bien las cosas, ayudar a los demás, etc.
Lo que hay en el fondo de cada extremo es lo mismo. El negativo revela la realidad que existe. El positivo es la huida de esa realidad. No vayas de un extremo al otro. Intenta salir de esos extremos.
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