Buenos días,
Un
maestro zen estaba agonizando, y sus monjes se hallaban reunidos
alrededor de su lecho, desde el más antiguo hasta el monje más novato.
El monje más antiguo se inclinó para preguntar al moribundo maestro, si
tenía alguna lección final para sus monjes. El viejo maestro abrió
lentamente sus ojos y con una débil voz susurró:
El
monje mayor pasó este trozo de conocimiento al monje que estaba a su
lado, y así, sucesivamente, fue
circulando alrededor del cuarto.
Cuando las palabras alcanzaron al monje más joven, él preguntó:
"¿Qué nos quiere decir con que ‘La Verdad es como un río’?".
La
pregunta fue de vuelta, pasando por toda la habitación, al monje mayor,
éste se inclinó sobre la cama y preguntó:
"Maestro, ¿qué quiere decir
usted con: 'La Verdad es como un río'?"
El maestro abrió lentamente sus
ojos y nuevamente susurró:
"Esta bien entonces, La Verdad no es como un
río".
-Cuento Zen -
-El equipo de Corpus Mente Sevilla-
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