La solución que damos ante los problemas cotidianos que tienen lugar en nuestras vidas, no reside en simplemente cambiar o ver de otro modo las circunstancias físicas o psíquicas que intervienen en esa situación. No se trata solamente de dar por terminado un periodo por la disminución de nuestras fuerzas corporales o espirituales, y plantear nuevos deseos, retos, objetivos, o entrar en nostalgias de tiempos pasados. No se trata de "hacernos el fuerte", o "mirar para otro lado" negando la mayor.
¿Por qué trabajo tanto?
¿Por qué me ajetreo tanto?
¿Por qué...?
Posiblemente, el encontrar la respuesta a estás preguntas -y similares- sea el comienzo para empezar a abrir los ojos, haciéndonos por tanto cambiar la perspectiva de la vida mantenida hasta entonces, y dando paso a un mundo que no podemos ni tan siquiera imaginar.
-Equipo Corpus Mente Sevilla-
Sin contradecir tu idea, más como complementándola, si me permites, para algunos problemas existenciales puede ser más útil PARA QUÉ y no POR QUÉ. No por qué nací sin esto, sin lo otro? o con esta discapacidad o con esta carencia? sino para qué, y las respuestas que surgirán, con una actitud positiva y de desafío, pueden resultar muy interesantes: p. e. para demostrarme que a pesar de mis carencias físicas, intelectuales, económicas, etc., yo puedo lograr mis objetivos y para que no exista en mi el "no se puede" para aprender, para crecer como persona, para sentir más satisfacción por alcanzar mis metas, a pesar de mi condición o sircunstancia. Gracias por leer mi opinión
ResponderEliminarContinuaremos en lo mismo entonces. ¿Por qué hay que mantener una actitud positiva? ¿Por qué hay que plantearse metas u objetivos?
ResponderEliminarEntendemos el para qué como un fin, y el por qué como aprendizaje.
Saludos.