miércoles, 17 de febrero de 2016

¡Hola! Soy yo... ¡No te asustes!

Buenas tardes, 

Soy yo, estoy dentro de ti ¡No tengas miedo! Vengo en son de paz, por cierto, ¿por qué te asustas tanto cuando aparezco? Sé que te sientes fatal cada vez que me manifiesto, que te desesperas y quisieras mandarme cuánto más lejos mejor, sobre todo porque crees que soy yo el que te quiere hacer daño, pero créeme, nada más lejos de la realidad... No estoy aquí para eso, y mucho menos para volverte loco.

La verdad es que aparezco y te hago sentir todo eso porque no había logrado encontrar otra forma de que me escucharas, estabas tan ocupado tratando de conseguir, conseguir, y conseguir, que no escuchabas mis pequeñas señales: 

¿Recuerdas esa vez que te dolió la cabeza? ¿O cuando tuviste insomnio? ¿O qué tal esa vez que sin razón aparente empezaste a llorar?

Bueno, pues todas esas veces era yo tratando de que me escucharas, pero no lo hiciste, seguiste con tu ritmo de vida, seguiste con tu misma manera de pensar… No me quisiste escuchar...

Aunque, para ti y para mí, los dos sabemos que sentías mi presencia, es por eso que cuando te quedabas tranquilo… o era momento de estar sólo contigo mismo, en soledad… Te sentías bajo de moral, decaído, sin ganas, con miedo... Te desesperabas, porque no comprendías con tu mente racional lo que estaba pasando, y claro, es que así no me ibas a entender...

Por eso he decidido escribirte, y te felicito si estás leyendo lo que te digo, porque significa que ya tienes el valor de escucharme, y créeme, nadie mejor que yo sabe de tu gran habilidad para evitarme y salir corriendo, huyendo de mí como huirías del monstruo en el bosque oscuro. Como esas veces que me evitas y te distraes embobándote en internet, con la tv, o viviendo las vidas de otras personas que ni conoces para no enfrentar que la tuya no te gusta.

Pero bueno, espero que ahora estés listo para enfrentar tu realidad y escucharme por fin. Espero que estés listo para enfrentar la verdad de tu vida y de ti mismo tal y como es, sin máscaras, sin atajo, sin distracciones.

Lo único que llevo tratándote de decir todo este tiempo, es que ya es tiempo de parar, y comprender, no hay otra... 

Por eso yo estoy aquí, para ayudarte a recuperar esa plenitud que vive dentro de ti, y para lograrlo, tendrás que aceptar. Estoy aquí para ayudarte a ver... Tus situaciones, tus conductas, tus acontecimientos, tu vida... A ti, a tu esencia. Cada vez que yo aparezca en tu vida, será porque por ti mismo no te has dado cuenta y por tanto aparecí… Agradéceme que llegué, no te lamentes, y escúchame.

Y si realmente me escuchas, no tardarás en darte cuenta. ¡Tranquilo! Sé que no es fácil, pero recuerda, es un proceso...

Sé que te gustaría seguir despreocupado de todo, sin responsabilizarte, y culpabilizando al exterior de tus fracasos, eso es lo fácil, pero... ¿A dónde te ha conducido eso? Necesitas asumir que eres responsable de ti y que solamente tú tienes la llave que abre la puerta para salir de la habitación en la que llevas toda la vida metido.

En conclusión, si hoy estoy aquí, es porque me necesitas. Necesitas de mí para ver la realidad, no lo que has creído que lo era hasta ahora. Necesitas dejar a un lado creencias, normas y valores, y sobre todo, necesitas de mí para ser tú mismo...

¿Por qué te explotas? ¿Por qué te exiges tanto? No entiendo porque lo haces… Si lo tienes todo, lo eres todo, tienes toda la capacidad que necesitas para ver la realidad, pero te tratas como tu propio esclavo, eres demasiado severo contigo mismo… Y estoy aquí para pedirte que simplemente entiendas porqué... Porque para empezar a hacerlo debes aceptar que estás perdido.

Recuerda que no quiero hacerte daño, quiero ayudarte a que recuperes tu propio camino, para que así llegues a tú esencia. Soy tú mismo gritándote que me escuches por favor...

Así es que ¡hola!, yo soy tú, hablándote desde lo más profundo de tu corazón para que me pongas atención. Así es que la próxima vez que me sientas llegar, para, reflexiona, y piensa ¿Por qué?


-Equipo Corpus Mente Sevilla-


2 comentarios:

  1. Creo que la palabra gracias queda muy pequeñita,tu has hecho en mi lo que yo podía o no quería, bendiciones y saludos estimado amigo. Tu ayuda ha sido como de un amigo de toda la vida, bendiciones Aurea

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  2. Excelente artículo Lo leeré varias veces

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