lunes, 20 de septiembre de 2021

Opuestos

 Buenas, 

¿Bueno o malo, correcto o incorrecto, bien o mal? Opuestos.

¿Hablar o callar? ¿hacer o no hacer? ¿enfrentar o huir? Opuestos.

¿Seguir con la relación o dejarla? ¿Seguir con el trabajo o abandonarlo? ¿Seguir a la mayoría o guiarme por lo que pienso? Opuestos.

Gordo o flaco, alto o bajo, guapo o feo. Opuestos.

Opuestos que te hacen tener una falsa sensación de control, de seguridad y que, consecuentemente, crees que te aportan esa tranquilidad que tanto necesitas.

Opuestos que en última instancia reduces a "buenas" o "malas" decisiones. Si lo hago bien no sufriré, piensas. Si por el contrario lo hago mal, seguiré pasando dolor, y por tanto, nunca saldré de dónde estoy, determinas.

Opuestos que te limitan, te encasillan, te nublan y no te dejan vivir. 

Y mientras tanto tu atención sigue fija en esos opuestos. Y mientras tanto los días, las semanas, los meses, y los años pasan. Y mientras tanto, sobrevives oscilando de un polo al otro, intentando por todos los medios permanecer en el que consideras positivo el mayor tiempo posible. 

Y ahí sigues, sin darte cuenta de que lo importante no es qué hacer, sino el descubrir la base que se esconde detrás de tus pensamientos, para posteriormente simplemente vivir lo elegido. Sin condiciones, sin restricciones, sin coacciones. Es en ese fluir, en ese aceptar, dónde empiezas a vivir el aquí y el ahora. Es ahí donde la ilusión de los polos empieza a desvanecerse, es ahí donde comienzas a salir de la dualidad, es ahí donde empiezas a ver atisbos de lo que significa dejar de sobrevivir. 


-Corpus Mente-

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